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Time-Binding

En 1921, Korzybski formuló en su Manhood of Humanity, una diferencia fundamental entre el Hombre y los animales. Esto marcó el principio de sus estudios.

Podemos oír a menudo "el Hombre es un animal." Notamos que esta frase incluye al notorio 'ser' de identidad. Identificamos al Hombre (José1, Juan4, Pedro2, etc.) con un animal, y por esto, descuidamos las differencias. Para invertir esta tendencia, permítanos mencionar algunas de estas diferencias:

Todo eso distingue muy claramente el Hombre del animal, sin necesidad de cualquier concepto 'religioso'. Así que no podemos continuar hablando de este modo identificador.

Habiendo notado esto, Korzybski construyó un idioma funcional para clasificar a los seres vivientes:

  1. Energy-binding: capacidad de utilizar y convertir la energía (por ejemplo, fotosíntesis, comida),
  2. Space-binding: capacidad de utilizar el 'espacio' (moverse),
  3. Time-binding: capacidad de usar el 'tiempo' (las realizaciones de una generación pueden transmitirse a la próxima)
Si podemos clasificar plantas en la categoría de "energy-binders" y animales en la categoría de "space-binders", notamos que el Hombre se queda solo en la categoría de "time-binder."

De esta caracterización, sigue que la capacidad de utilizar símbolos, factor crucial del time-binding, debe estudiarse estrechamente, en particular en las actividades de los sistemas simbólicos los más eficaces, a saber las ciencias, como comportamiento specífico de la Humanidad.

Estos estudios conducieron diez años después, en 1933, a Science and Sanity.


© ESGS, 2001.