PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN 1933

Alfred Korzybski
© I.G.S. Englewood, New Jersey

Traducción española de Ramiro J. Alvarez Fernandez
Sociedad Europea de Semántica General

INSTITUTE OF GENERAL SEMANTICS
Englewood, New-Jersey, USA


Es difícil para un filósofo darse cuenta de que, realmente, todo el mundo encierra su discurso en los límites que os he presentado. La frontera se sitúa precisamente allí donde el que habla comienza a exasperarse. (573) A.N. WHITEHEAD

Es, sin duda, una ley de la naturaleza que todas las críticas añadan forzosamente nuevas idioteces de sus creencias para llenar el vacío creado por la aniquilación del pasado. (22) E.T. BELL

Enseñar sin sistema, hace difícil el aprendizaje. El Talmud

El profano, el hombre 'con los pies sobre el suelo', el hombre de la calle, dice: ¿Qué representa esto para mí? La respuesta es formal y de peso. Nuestra vida depende por completo de doctrinas establecidas , de la ética, de la sociología, de la economía política, del gobierno, del derecho, de la medicina, etc. Todo el mundo se ve afectado por ellas, conscientemente o no, comenzando por el hombre de la calle porque él está indefenso. (280) A.K.

Cuando nuevas orientaciones dejan de aparecer en la vida de un individuo, su comportamiento deja de ser inteligente. (106) C.E. COGHILL

Pon atención a esta lección,
Inténtalo de nuevo;
Si no lo logras la primera vez
Inténtalo de nuevo;
Entonces tu valor deberá aparecer,
Pues es con la perseverancia
Como tú vencerás y nunca más tendrás miedo.
Inténtalo de nuevo.

WILLIAM EDWARD HICKSON

Lo esencial de este trabajo ya fue presentado en forma de conferencias ante diferentes Universidades, Institutos de Tecnología, asociaciones de profesores y médicos y en otros organismos científicos. Sus líneas directrices ya han sido expuestas por primera vez en el Congreso Internacional de Matemáticas de Toronto en 1924, y publicadas en un folleto. Un desarrollo ulterior del sistema se presentó ante la Sociedad de Enfermedades Nerviosas y Mentales de Washington (D.C.) en 1925, luego, ante la Sociedad de Psicopatología de Washington (D.C) en 1926 y, a continuación, fue publicado. Un esbozo más completo fue presentado en el Congreso de Matemáticos de los países Eslavos de Varsovia, en Polonia, en 1929. Un aspecto particular e innovador del tema, relacionado con los reflejos condicionados de Pavlov, fue expuesto en líneas generales, en el Primer Congreso de Higiene Mental en Washington (D.C.), en 1930. Otros aspectos fueron tema de debate ante la Sociedad Americana de Matemáticas, el 25 de Octubre de 1930 y ante la Sección de Matemáticas de la Sociedad Americana para el Progreso de la Ciencia, el 28 de Diciembre de 1931. Este último artículo está retomado en el presente volumen, como Suplemento III.

Las dos analogías siguientes permitirán, tal vez, valorar mejor el carácter general de este trabajo. Es bien sabido que todo mecanismo necesita un lubrificante para funcionar. Sin hacer juicios sobre la 'época mecánica' acutal, tenemos que admitir que es, tecnológicamente, muy avanzada y que, sin este progreso, muchas investigaciones científicas que precisan instrumentos perfecionados no serían posibles. Supongamos que la humanidad no hubiera tenido jamás a su disposición un lubrificante puro, sino que los que existieran contuvieran siempre esmeril, cuya presencia se nos hubiera pasado por alto. En estas condiciones, todos los progresos técnicos existentes y sus consecuencias, hubieran sido inviables. Ninguna máquina duraría más de unas semanas o unos meses,s en lugar de años y, así, el precio de las máquinas y su coste de utilización se volverían completamente prohibitivos. El progreso técnico se retrasaría varios siglos. Supongamos ahora que alguien descubriera el modo de eliminar el esmeril de los lubrificantes; los progresos técnicos actuales se harían inmediatamente posibles, y se llevarían a cabo progresivamente.

Algo parecido se ha producido en nuestros asuntos humanos. Estamos muy avanzados técnicamente, pero las premisas elementalistas que mantienen nuestras relaciones humanas no han cambiado en absoluto, prácticamente desde Aristóteles. La presente investigación muestra que un factor nocivo particular interviene en el funcionamiento de nuestro sistema nervioso, un 'lubrificante' que al contener 'esmeril', por decirlo así, retarda el desarrollo de las relaciones humanas sanas e impide una sanidad general. Se revela que en la estructura de nuestros lenguajes, de nuestro métodos, de nuestro 'hábitos de pensamiento' de nuestras orientaciones, etc. Conservamos factores psicopatológicos engañosos. Estos factores no son, en modo alguno, inevitables, como se demostrará, sino que pueden, por el contrario, ser fácilmente eliminados mediante un entrenamiento particular, de efecto terapéutico y con un valor, en consecuencia, preventivo y educativo. Llamo identificación a este 'esmeril' del sistema nervioso. Esta emplea 'principios' profundamente arraigados que son, invariablemente, no conformes a los hechos; y, así, nuestras orientaciones, fundamentadas sobre estos principios, no pueden conducir al ajuste y a la sanidad.

Una analogía médica se impone aquí. Descubrimos un paralelismo curioso entre la identificación y las enfermedades infecciosas. La Historia enseña que, en condiciones primitivas, las enfermedades infecciosas no podían ser controladas. Se extendían rápidamente, matando a veces a más de la mitad de la población afectada. El agente infeccioso podía ser transmitido bien fuera directamente, o a través de ratas, insectos, etc. Gracias a los progresos de la ciencia, podemos dominar la enfermedad y disponemos de varios métodos preventivos importantes, como la higiene, la vacunación, etc.

La identificación aparece, del mismo modo, como algo 'infeccioso', pues se transmite, directa o indirectamente, de los padres y de los enseñantes a los niños, por el mecanismo y la estructura del lenguaje, por los 'hábitos de pensamiento' establecidos y heredados, por las reglas de orientación de vida, etc. Existen, también, numerosos hombres y mujeres que hacen profesión de extender la enfermedad. La identificación imposibilita una sanidad general y un ajuste completo. El entrenamiento en la no-identidad desempeña un papel terapéutico en los adultos. El grado de curación depende de numerosos factores tales como la edad del individuo, la gravedad de la 'infección', la minuciosidad del entrenamiento en no-identidad, etc. Con los niños esto es extremadamente sencillo. Desempeña un papel, a la vez, de higiene y de vacunación tan sencillo como eficaz.

Como para las enfermedades infecciosas, algunos individuos, aunque viven en una zona afectada, están por una u otra razón, inmunizados contra esta enfermedad. Otros están irremediablemente predispuestos a ella.

El presente trabajo está escrito al nivel del profano con inteligencia promedia, porque antes de poder entrenar a los niños en la no-identidad mediante una educación preventiva, padres y enseñantes deben disponer de un manual para aconsejarles a ellos mismos. No pretendo que la Edad de Oro esté próxima, lejos de eso; pero parece imperativo eliminar los factores neuro-psico-logógicos que vuelven imposible una sanidad general.

Coloqué una gran número de citas importantes en epígrafes en los diferentes capítulos y partes de esta obra. Lo hice para hacer tomar conciencia al lector de que, por una parte, existe ya, en el 'universo del discurso' una cantidad de conocimiento y de sabiduría importantes y que, por otra parte, de modo general, esta sabiduría no se aplica y, en buena medida, no puede hacerse en tanto que no lleguemos a construir un sistema sencillo, fundado sobre la eliminación completa de los factores patológicos.

Un sistema, en el sentido que nosotros lo entendemos aquí, describe un conjunto complejo de doctrinas coordinadas de las que emanan reglas metodológicas y principios de procedimiento que afectan a la orientación de nuestros actos y de nuestra vida. Todo sistema contiene un número enorme de hipótesis, presupuestos, etc. que en su conjunto, no son evidentes pero funcionan de manera inconsciente. De este hecho, son extremadamente peligrosos porque, por pocas que sean algunas de estas suposiciones inconscientes que no se ajusten a los hechos, toda la orientación de estos factores inconscientes engañosos estropearían nuestra vida con un comportamiento perjudicial y un desajuste. Ningún sistema ha sido jamás explorado por completo en lo que a sus presupuestos inconscientes se refiere. Todo sistema se expresa en un determinado lenguaje, que posee una estructura característica, fundamentada, a su vez, en presupuestos silenciosos, y que, al fin y al cabo, refleja y refuerza esos presupuestos sobre y en el sistema. Tal relación es muy estrecha y nos permite hacer investigaciones muy profundas sobre un sistema mediante un análisis estructural lingüístico.

El sistema según el cual vive hoy Occidente,, sufre, 'prospera', sufre hambre y muere, no es en sentido estricto un sistema aristotélico. Aristóteles tenía demasiado bien el sentido de la realidad para eso. Representa, sin embargo, un sistema formulado por aquellos que, durante casi dos mil años después de Aristóteles, han controlado nuestro conocimiento y nuestros métodos de orientación y que, por razones que les son propias, no han retenido más que lo que hoy parece lo peor de Aristóteles y de Platón. Y, con los añadidos de sus creencias, nos han impuesto este sistema amalgamado, poderosamente ayudados en esto por la estructura del lenguaje y los hábitos psico-lógicos, que nos han afectado a todos, desde los primeros hombres hasta nuestros días consciente o inconscientemente, y han introducido serias dificultades incluso en ciencias o en matemáticas.

Nuestros dirigentes: políticos, 'diplomáticos', banqueros, sacerdotes de todas clases, economistas, hombres de ley, etc., y la mayoría de educadores, permanecen en nuestros días, en gran parte o completamente, ignorantes de la ciencia moderna, de los métodos científicos, de los datos estructurales, lingüísticos y semánticos de 1933, e ignoran igualmente el indispensable marco histórico y antropológico sin el cual una orientación sana es imposible.1 Esta ignorancia, a menudo, es deliberada pues rehusan, en su mayoría, bajo diferentes pretextos, a leer obras modernas que traten de estos problemas. Así se ha creado y mantenido un conflicto entre el progreso de la ciencia que afecta a las condiciones de vida reales, y las orientaciones de nuestros dirigentes, que han sido superados desde siglos incluso desde uno o dos milenios. Las condiciones actuales del mundo son caóticas; psico-lógicamente hay un estado de impotencia-deseperación, que se traduce a menudo en sentimientos de inseguridad, amargura, etc; y recientemente hemos sido testigos de desencadenamientos psicopatológicos en masa, al estilo medieval. Pocos de entre nosotros se dan cuenta hoy en día de que en la medida que prevalezca esta ignorancia entre nuestrso dirigentes, no será posible ninguna solución a nuestros problemas humanos.

La cuestión radicalmente nueva en un sistema no-aristotélico parece ser que, en una clase de via humana, la ignorancia estructural y metodológica elementales sobre el mundo y nosotros mismos introduce ineluctablemente, como la ciencia nos lo ha mostrado, factores engañosos pues nadie está libre de hipótesis estructurales conscientes o inconscientes. El único problema verdadero parece ser, entonces, el de saber si nuestras hipótesis estructurales, en 1933, ¿son versiones primitivas o del año 1933? La antigua 'vulgarización' científica no es la solución: a menudo produce desgastes. El progreso de la ciencia, debida esencialmente a los métodos científicos y a las revisiones lingüísticas, los nuevos hechos descubiertos por estos métodos no pueden ser explotados correctamente con orientaciones psico-lógicas y lenguas caducadas. Utilizarlos de ese modo no engendra, a menudo, otra cosa que perplejidad e inestabilidad. Antes de que podamos ajustarnos a las nuevas condiciones de vida, creadas principalmente por la cinecia, necesitamos, ante todo, corregir métodos de orientación ampliamente sobrepasados. A partír de ahí únicamente, seremos capaces de ajustarnos correctamente a los nuevos hechos.

Los investigadores muestran que los datos estructurales científicos de base en 1933 sobre el mundo y sobre nosotros mismos, son extremadamente simples, más simples incluso que no importa cuál fantasía estructural de los primitivos. Generalmente tenemos bastante sentido común para ajustar el zapato al pie, pero no lo suficiente para corregir nuestros viejos métodos de orientación para hacerlos corresponder a los hechos. La eliminación de las identificaciones primitivas, realizadas fácilmente desde el momento en que nos ponemos a trabajar seriamente en ello, provoca el necesario cambio hacia la sanidad.

La 'naturaleza humana' no es un producto elementalista de la herencia sólo, ni sólo del entorno, sino que representa un resultado final del organismo-como-un-todo muy complejo, del conjunto entorno-genético. Parece evidente, una vez planteado, que para una clase de vida humana, las cuestiones lingüísticas, estructurales y semánticas representan factores ambientales poderosos e insalvables, que constituyen los mayores componentes de todos nuestros problemas. La 'naturaleza humana' puede cambiarse, a partir del momento en que sabemos cómo hacerlo. La experiencia y la experimentación enseñan que 'cambiar la naturaleza humana', cosa supuestamente imposible según el elementalismo verbal, puede conseguirse en algunos meses, en la mayoría de los casos, a condición de atacar este problema por media de la técnica particular no-elementalista, neuro-psico-lógica, de no-identidad.

Si la ignorancia y las identificaciones de nuestros dirigentes pudieran ser eliminadas, muchos factores engañosos, transmitidos por la acción pedagógica de la familia y el colegio u otros organismos poderosos, dejarían de sernos impuestos e inculcados y se animaría la revisión de nuestros sistemas en lugar de ser obstaculizada. Soluciones eficaces a nuestrso problemas aparecerían entonces, espontáneamente y bajo formas sencillas; nuestros 'zapatos' irían a nuestros 'pies' y nosotros podríamos 'caminar por la vida' cómodamente en lugar de soportar los sufrimientos actuales.

Puesto que nuestros sistemas existentes parecen inexplotables en muchos aspectos y contienen factores psicopatológicos debidos esencialmente a ciertos presupuestos del sistema aristotélico, pero también por motivo de brevedad, llamo 'aristotélico' al conjunto del complejo sistémico en curso. Llamo 'no-aristotélico' al sistema moderno y nuevo, presentado en líneas generales, construido a partir del rechazo de factores engañosos. Para evitar malentendidos, reconozco aquí, explícitamente mi profunda admiración por el genio extraordinario de Aristóteles, sobre todo en relación a su época. Sin embargo, la deformación de su sistema y la inmutabilidad impuesta por este sistema deformado, tal como nos lo han hecho respetar los grupos de poder durante prácticamente dos mil años, a menudo bajo amenaza de tortura y pena de muerte, ha conducido y no puede conducir a ninguna otra cosa que desastres. Después de lo que conocemos de Aristóteles, no hay duda de que, si estuviera vivo, no toleraría tales deformaciones ni la inmutabilidad artificial del sistema que habitualmente se le atribuye.

La relación entre el estudio de la psiquiatría y de las matemáticas y de sus fundamentos es muy instructivo. En el desarrollo de la civilización y de la ciencia, constatamos que algunas disciplinas, por ejemplo esta joven ciencia que es la psiquiatría, han progresado rápidamente. Otras discilinas como las matemáticas, la física, etc., progresaron lentamente hasta un período reciente, principalmente por el hecho de ciertos dogmas y prjuicios. Recientemente, algunos de estos prejuicios fueron eliminados y, desde entonces, el progreso de estas ciencias se hizo extraordinariamente rápido. Sin embargo, otras disciplinas como la 'psicología', la 'filosofía' tradicional, la sociología, la economía política, la ética, etc., han desarrollado escasamente sus principios desde hace casi dos mil años, a pesar de la profusión de nuevos datos recogidos.

Muchas razones son responsables de este curioso estado de cosas, pero yo sólo propondría tres en orden de importancia. (1) Ante todo, estas últimas disciplinas de lento desarrollo, son las más cercanas a nosotros los hombres, y un hombre primitivo o una persona completamente ignorante 'lo sabe todo acerca de' cualquier problema por complejo que sea. Esta tendencia general a 'saberlo todo' crea un conjunto lingüístico, psico-lógico, ambiental, etc., lleno de identificaciones, productor de dogmas, prejuicios, malentendidos, miedos y otras cosas, haciendo prácticamente imposible un acercamiento científico imparcial e impersonal. (2) Pocos de nosotros nos damos cuenta de las increíbles trampas, algunas de carácter psicopatológico, que nos tiende la estructura de nuestro lenguaje corriente. Esto también imposibilita todo acercamiento científico o todo acuerdo sobre los puntos esenciales. Andamos a tientas, de modo animalista, por ensayo y error y por tantos animalistas conflictos, guerras, revoluciones, etc. Estos dos primeros puntos se aplican prácticamente a todos nosotros e introducen grandes dificultades, incluso en matemáticas. (3) Una de las principales razones del rápido progreso que ha conocido la psiquiatría en un período tan corto, en contraste con la 'psicología' es que estudia síntomas relativamente distintivos y relativamente simples. Pero como estos síntomas no están aislados, y representan reacciones del organismo-como-un-todo, su estudio parcial proporciona imágenes de los mecanismos fundamentales y generales. Si estudiamos las matemáticas y las ciencias como formas de comportamiento humano, estudiamos igualmente reacciones humanas distintas y simplificadas, del estilo 'uno más uno igual a dos', 'dos y uno igual a tres' etc., y obtenemos también así imágenes sobre mecanismos generales. En psiquiatría estudiamos reacciones psico-lógicas simplificadas, en su peor forma; en matemáticas y en ciencias matemáticas, estudiamos reacciones psico-lógicas simplificadas, en su mejor forma. Cuando ambos tipos de reacciones se estudian conjuntamente, se obtienen resultados completamente inesperados y de muy gran alcance, que afectan profundamente a cada fase conocida de la vida y de la actividad humana, incluida la ciencia. Los resultados de estudios tan netamente separados no se oponen sino que se complementan mutuamente, elucidando muy claramente un mecanismo general que opera en todos nosotros. De un modo totalmente imprevisto, los estudios psiquiátricos nos ayudan a resolver paradojas matemáticas; y los estudios matemáticos nos ayudan a resolver problemas muy importantes en psicoterapia y en la prevención de problemas psico-lógicos.

La historia muestra que el progreso de la ciencia y de la civilización implica, ante todo, una acumulación de observaciones; después, una formulación preliminar de alguno clase de 'principios' (que implican siempre hipótesis inconscientes); y, finalmente, cuando el número de observaciones aumenta, eso conduce a la revisión y, lo más frecuente, al rechazo de los 'principios' no conformes con los hechos, de los que se considera, finalmente, que no representan más que postulados. A causa del carácter acumulativo y no elementalista del conocimiento humano, un simple cuestionamiento de un 'principio' no nos lleva demasiado lejos. Para alcanzar un resultado, las hipótesis que sustentan un sistemas deben ser: (1) descubiertas), (2) probadas, (3) eventualmente cuestionadas, (4) finalmente, rechazadas, y (5) se hace preciso construir un sistema libre de los postulados eventualmente discutibles.

Ejemplos semejantes abundan en todos los ámbitos, pero la historia de los sistemas no newtonianos y no euclidianos proporciona las ilustraciones más sencillas y más inmediatas. Así, el quinto postulado de Euclides no era satisfactorio ni siquiera para sus contemporáneos, pero sus cuestionamientos no tuvieron ningún efecto durante más de dos mil años. Sólo en siglo diecinueve se eliminó el quinto postulado y los sistemas no-euclidianos se construyeron sin hacer referencia a él. La aparcición de tales sistemas señaló una profunda revolución en las orientaciones humanas. En el siglo veinte, 'principios' mucho más importantes sustentadores de nuestras nociones sobre el mundo físico como la 'simultaneidad absoluta', la 'continuidad' de los procesos atómicos, la 'certidumbre' de nuestras experiencias y de nuestras conclusiones, etc., fueron cuestionados, y se elaboraron sistemas que no hacen referencia a ellos. Como consecuencia, tenemos ahora la magnífica física no-newtoniana y sus concepciones del mundo fundamentadas en la obra de Einstein y de los pioneros de los quanta.

Finalmente, por primera vez en nuestra historia, algunos de los 'principios' más importantes de todos los principios, en el 'mundo mental' esta vez, fueron discutidos por los matemáticos. Por ejemplo, la validez universal de lo que se llama 'ley lógica del tercio excluido' fue puesta en entredicho. Desafortunadamente, al día de hoy, ningún sistema ha sido formulado enteramente sobre esta discusión y, así, se ha quedado en buena parte inoperante, aunque las posibilidades de alguna 'lógicas' no-aristotélicas, aunque elementales y con lagunas, se hayan vuelto evidentes.

Investigaciones suplementarias han revelado que la generalidad de la ley del 'tercio excluido' no es un postulado independiente, sino solamente una consecuencia elemental del principio de identidad más profunda e invariablemente no conforme a los hechos, a menudo inconsciente y, en consecuencia, especialmente pernicioso. La identidad se define como 'la semejanza absoluta a todos los respectos', y es ese 'todos' lo que hace que la identidad sea imposible. Si eliminamos el 'todos' de la definición, entonces el término 'absoluto' pierde su sentido, tenemos una 'semejanza en determinados aspectos', pero no tenemos 'identidad', sino sólo 'similitud', 'equivalencia', 'igualdad', etc. Si nos damos cuenta de que todo esto de lo que tratamos representa procesos correlacionados sub-microscópicos en constante cambio, que no son y no pueden ser idénticos a sí mismos, el viejo predicado 'toda cosa es idéntica a sí misma' se convierte, en 1933, en un principio invariablemente no conforme a los hechos.

Se puede decir, 'De acuerdo, pero ¿para qué hacer toda esta historia?' Mi respuesta sería: 'La identificación se encuentra en todos los pueblos primitivos conocidos, en todas las formas conocidas de enfermedades "mentales" y en la gran mayoría de desajustes internacionales, nacionales y personales. Es, por lo tanto, importante eliminar de nuestros sistemas predominantes un factor tan nocivo'. Es seguro que nadie querría contaminar a su hijo con un germen peligroso, a partir del instante en que se sabe que el factor en cuestión es peligroso. Con mayor motivo, las consecuencias de una eliminación completa de la identidad son de un alcance tan grande y tan beneficiosas para la vida corriente de cada cual, y para la ciencia que una 'historia' de este tipo no sólo está justificada, sino que se convierte en una de las tareas principales que tenemos que hacer. Quienquiera que estudie la presente obra, estará convencido, por observación de las dificultades del hombre en la vida y en la ciencia2 , que en su mayoría provienen de evaluaciones necesariamente falsas, consecuencias de identificaciones no conformes a los hechos inconscientes.

El presente trabajo formula, por tanto, un sistema llamado no-aristotélico, que se fundamenta sobre el rechazo completo de la identidad y de sus derivados y muestra qué factores estructurales de sanidad, muy simples pero sin embargo poderosos, pueden encontrarse en la ciencia. El desarrollo experimental de la ciencia y de la civilización implica invariablemente distinciones cada vez más finas. Cada refinamiento significa eliminación, en alguna medida, de determinadas indetificaciones pero quedan aún muchas bajo una forma parcial y principalmente inconsciente. El sistema no-aristotélico formula el problema general de la no-identidad, y proporciona medios no-elementalistas de una sencillez infantil para una eliminación completa y consciente de la identificación y de otros factores engañosos o psicopatológicos de todos los dominios conocidos de la investigación humana, en ciencia, en educación, y en todas las fases conocidas de la vida internacional, nacional e individual. Este trabajo, y su aplicación a la educación y a la psicoterapia, ha sido experimentado durante más de seis años.

El volumen se divide en tres grandes partes. El libro I presenta un estudio general de los factores estructurales no-aristotélicos descubiertos por la ciencia, que son esenciales en un manual. Sólo se han retenido, interpretado y evaluado los datos necesarios para un dominio completo del sistema. El libro II presenta una introducción general a los sistemas no-aristotélicos y a la semántica general, exenta de identidad, y proporciona una técnica de eliminación de factores engañosos de nuestras reacciones psico-lógicas. El libro III presenta datos estrucuturales suplementarios sobre las lenguas así como las grandes líneas características estructurales esenciales del mundo empírico, pero sólo las que son pertinentes para el entrenamiento en la disciplina no-aristotélica.

Al final de cada cita colocada en epígrafe de cada parte y capítulo, el número entre paréntesis indica el número del libro en la bibliografía del que se extrae la cita.

He tratado de evitar al máximo las notas al pie de página. Los números pequeños, después de algunas palabras del texto, remiten a las notas p. 763 ss. donde se dan las referencias a la bibliografía.

El libro II se basta a sí mismo y puede leerse independientemente de los otros, después de que el lector se familiarice con el cuadro de abreviaturas de las páginas 15 y 16 y los Capítulos II y IV. Pero creo, sin embargo que para obtener los mejores resultados, el libro debe ser leído de principio a fin sin detenerse en los pasajes que no resulten del todo claros en un primer momento, y leído al menos otras dos veces. En la segunda lectura, los pasajes que no estuvieran claros al principio, se harán evidentes, porque en un sistema tan amplio, el principio presupone el fin y viceversa.

El descubrimiento de factores engañosos completamente generales y tan importantes en los sistemas más antiguos conduce a una revisión de gran alcance de todas las disciplinas existentes. A causa de las complejidades modernas del conocimiento, esta revisión no puede ser acometida más que por las actividades de especialistas que trabajen conjuntamente en un grupo y unificados por un principio de no-identidad, que necesita un tratamiento estructural.

Para responder a esta necesidad particularmente urgente, y para presenta los resultados de este trabajo al público a precios razonables, se fundaron las ediciones Biblioteca Internacional No-aristotélica, cuyos libros serán impresos y difundidos por Science Press Printing Cº, Lancaster, en Pensilvania, U.S.A., y Gran Central Terminal, New York.

Está previsto igualmente, crear una Sociedad internacional no-aristotélica, con agencias en relación con todos los establecimientos de enseñanza del mundo, donde se podrá desarrollar un trabajo de cooperación científica para la eliminación de la identidad, dado que este trabajo está más allá de las capacidades de un solo hombre, sea este quien sea.

Puesto que la Biblioteca y las Sociedades tienen un alcance internacional, he adoptado, para lo esencial, la ortografía y la gramática de Oxford, que son un feliz compromiso entre el Inglés de Estados Unidos y el del resto del mundo. En algunos casos he tenido que emplear algunas formas de expresión no muy habituales, pero estas ligeras excepciones me han sido impuestas por el carácter del tema, la necesidad de claridad y la necesidad de prudencia en las generalizaciones. La revisión del manuscrito y la lectura de las pruebas en relación con otras funciones de publicación y edición, ha representado una tarea muy pesada para un solo hombre y espero tan sólo no haber dejado pasar demasiados errores. Las correcciones y sugestiones de los lectores son bienvenidas.

La Biblioteca Internacional No-aristotélica es una empresa científica con carácter no lucrativo y el interés y la ayuda de investigadores, enseñantes y que quienes no son indiferentes al progreso de la ciencia, dela civilización, de la sanidad, de la paz, ni de la mejora de las condiciones internacionales, económicas, sociales, etc. serán vivamente apreciadas.

Desde un determinado punto de vista, esta investigación ha sido llevada a cabo de manera independiente; desde otro, muchos elementos han sido adaptados a ella. En algunos casos, es imposible acreditar un autor específico, sobre todo en un manual, y es más sencillo y justo declarar que los trabajos de los Profesores H.F. Biggs, B. Birtwistle, E. Bleuler, R. Bonola, M. Born,, P.W. Bridgman, E. Cassirer, C.M.Child, A.S. Eddington, A. Einstein, A. Haas, H. Head,, L.V. Heilbrunn, C.J. Herrick, S.E. Jelliffe, C.J. Keyser, C.I. Lewis, J. Loeb, H. Minkowski, W.F. Osgood, H. Pièron, G.Y. Rainich, B. Russell, C.S. Sherrington, L. Silverstein, A. Sommerfield,, E.H. Starling, A.V. Vasiliev, H. Weyl, W. A. White, A. N. Whitehead, E.B. Wilson, L. Wittgenstein y J. W. Young, han sido consultandos constantemente.

Aunque no haya tenido la ocasión de emplear directamente las investigaciones del Doctor Henry Head sobre la afasia, y en particular sobre la afasia semántica, el conjunto de mi trabajo ha estado muy imfuenciado por sus formidables contribuciones. El trabajo del Dr. head, en relación con un análisis no-elementalista, evidencia la conexión entre (1) la identificación, (2) la ignorancia estructural; (3) la ausencia de evaluaciones apropiadas en general y de la comprensión plena de palabras y frase en particular; y (4) los enlaces necesarios correspondientes, al menos coloidales, del sistema nervioso.

Estoy profundamente agradecido a los Profesores E.T. Bell, P. W. Bridgman, C.M. Child, B.F. Dostal, M.H. Fischer, R.R. Gates (Londres), C. Judson Herrick, H. S. Jennings, R. J. Kennedy, R. S. Lillie, B. Malinowski (Londres), R. Pearl, G.Y. Rainich, Bertrand Russell (Londres), M. Tramer (Berna), W.M. Wheeler, H.B. Williams, W.H. Wilmer; y a los Doctores C.B. Bridges, D.G. Fairchild, W. H. Gant, P.S. Graven, E. L. Hardy, J. A. P. Millet, P. Weiss,, W. A. White, M.C.K. Ogden (Londres), y a la Señorita C.L. Williams por haber leído el manuscrito y/o las pruebas, en su totalidad o en parte, y por sus inestimables críticas y sugerencias.

Debo mucho, igualmente, al Doctor C.B. Bridges y al Profesor W. M. Wheeler, no sólo por sus importantes críticas y sugerencias constructivas, sino también por las cuidadosas correcciones de redacción y por su interés.

Inútil decir que asumo por completo la responsabilidad de las páginas que siguen, tanto más por cuanto no he seguido siempre las sugerencias que se me hicieron.

Debo expresar mi profundo reconocimiento al Doctor W. A. White y al personal del Hospital Santa Isabel, de Washington, D.C. que durante mis dos años de estudio en el hospital me aportaron todo la ayuda posible para facilitarme mis investigaciones. Soy deudor del Doctro P. S. Graven por haberme proporcionado su material clínico experimental inédito, que me ha sido muy util.

Tres términos importantes me han sido sugeridos: 'enviro-genetic' (ambiento-genético) por el Doctor C.B. Bridges, 'actional' (accional) por el Profesor P. W. Bridgman y 'un-sane' (no-sano) por el Doctro P. S. Graven, deuda que les reconozco de muy buena gana.

También estoy profundamente agradecido al profesor R. D. Carmichael por haber escrito el Suplemento I sobre la Teoría de Einstein para esta obra, y al Doctor P. Weiss por su amable autorización para publicar, como Suplemento II, su artículo sobre la Teoría de Tipos.

Agradezco mucho la amabilidad de los autores que me han dado permiso para emplear sus trabajos.

Durante mis doce años de investigación sobre el tema y la preparación de este libro, estuve asistido por muchas personas, a las que quiero expresar mi gratitud. Tengo una gratitud especial hacia mi secretaria, la Señorita Lily E. MaDan que, además de su trabajo normal, realizó los dibujos para el libro; a la Señorita Eunice E. Winters por su ayuda seria en la lectura de las pruebas y en la compilación de la bibliografía; y a M. Harvey W. Culp por la difícil lectura de las pruebas y de la parte físico-matemática y la también difícil preparación del índice.

La eficacia técnica en todos los servicios de Science Press Printing Company, y la cooperación cortés y celosa de sus tipógrafos y de su personal administrativo, han facilitado considerablemente la publicación de este libro, y es un agradable deber para mí incluirlos en mis agradecimientos.

Mi mayor deuda es hacia mi mujer, Mira Edgerly. Este trabajo ha sido difícil, muy arduo y, a menudo ingrato, obligando a renunciar a una existencia de seres humanos 'normales', y hemos sacrificado una gran parte de lo que se supone que hace que 'la vida valga la pena ser vivida'. Sin su apoyo constante y sin reserva y sin sus ánimos sin desmayo, no habría formulado nunca el presente sistema ni hubiera escrito el libro que lo expone. Si este libro tiene algún valor, es de hecho Mira Edgerly, más que el autor, la que merece ser reconocida. Sin su interés, ningún sistema no-aristotélico, ninguna teoría de la sanidad, habría sido elaborada en 1933

A. K.

NEW YORK, AGOSTO, 1933


1 Sobre esos temas, la literatura es muy ámplia, y es imposible presentarla aquí, tampoco como en mi bibliografía; pero puedo sugerir, a guisa de introducción, las referencias número 299, 334, 492, 558 y 589 de mi bibliografía. Estas obras dan, a su vez, otras referencias.

2 Mientras corregía las pruebas de este Prefacio, tuve una entrega de prensa del Science Service, de Londres, que indicaba que el Profesor Max Born, al aplicar los métodos no-elementalistas de Einstein, consiguió aportar una contribución mayor a la formulación de una teoría del campo unificado incluyendo ahora la mecánica cuántica. Si esta información fuera confirmada en sus aspectos científicos, nuestra comprensión de la estructura de la 'materia', del 'electrón', etc., habría avanzado mucho y entrañaría muchas aplicaciones prácticas importantes. Para los aspectos semánticos de estos problemas ver pp. 378, 386 s., 541, 667, 698-701 y el Capítulo XXXIX.